Nuestra historia
La leyenda de Excalibur se remonta a la época de los caballeros, más concretamente a la antigua Inglaterra donde el Rey Arturo gobernó y defendió a su pueblo con ayuda de su mítica y legendaria espada.
La historia comienza en el instante en el que mago Merlín decide forjar una espada con características especiales en la isla de Ávalon, después de dar por terminada su labor procedió a incrustarla en una roca llevando ésta la siguiente etiqueta: "Esta es la espada Excalibur. Quien consiga sacarla de esta roca, será rey de Inglaterra". Inmediatamente obtuvo la atención de todo tipo de personas, nobles, caballeros y hasta campesinos, quienes pese a su gran esfuerzo no pudieron extraerla de la roca.
Tiempo después Arturo había viajado a la ciudad con su padre y su hermano adoptivo Kay, quien pensaba participar de un torneo, siendo escudero de Kay, Arturo era el encargado de llevar sus armas, pero había olvidado la espada, así decidió ir a buscarla, pero estando la puerta cerrada no pudo ingresar a recuperarla; de regreso, su desespero lo llevo a encontrar aquella espada en la roca y sin pensarlo demasiado la empuño con sus manos y la extrajo fácilmente, los presentes observaron asombrados como una luz destellante se posó sobré el muchacho.
Fue así desde aquel instante en el que comprendieron que Arturo era el legítimo heredero a la corona y debía ser quien impartiera la justicia en el reino, ya que la espada Excalibur representa la sabiduría que la tierra otorga a quien la esgrime por una causa justa, también era el símbolo máximo de fuerza y valentía, pues no se trataba de una espada cualquiera; es una espada mágica dotada de toda clase de poderes. Además, se trata de una espada destinada a un caballero, a una persona cortés, noble y servicial.
